Editorial

Tercer cambio de gabinete

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El Presidente Boric anunció ayer su tercer ajuste de gabinete importante en año y medio de gobierno. Es difícil no entenderlo como precipitado por la renuncia del ministro Jackson en Desarrollo Social, anunciada la semana pasada, por lo tanto más instrumental que estructural. Visto así, los cambios en esa cartera, así como en Educación, Minería, Bienes Nacionales, y Cultura, distan de ser el “cambio de rumbo” que solicitan en la oposición.

Con todo, calificar el ajuste ministerial de “cosmético” no es exacto, ya que tocó parte del corazón político del Ejecutivo con la salida de Jackson debido a la presión generada por el escándalo de los Convenios, donde el partido que él fundó (Revolución Democrática) es actor central. En ese contexto, la permanencia del ministro de Vivienda, también con responsabilidad política en dicho caso, entrega una señal confusa.

Se espera de los ajustes ministeriales que traigan mejoras visibles en la capacidad gubernativa. El Gobierno haría bien en considerarlo una oportunidad.

Las consecuencias políticas y judiciales del caso Convenios no terminan con los cambios al gabinete anunciados ayer. Por eso es clave que el Ejecutivo, a través del propio Presidente, fije lineamientos claros de acción gubernativa, sin sentirse atado a un programa de reformas cada vez más políticamente costoso y legislativamente arduo (e incierto).

Se trata, por un lado, de que el Gobierno lidere el esfuerzo por aclarar y sancionar el escándalo de las transferencias irregulares de miles de millones de pesos en fondos públicos hacia fundaciones de dudosas o nulas cualificaciones. Por otro, de que el foco del Gobierno pase del ámbito político/ideológico/reformista, al gerencial/ejecutivo, en torno a una nutrida y compleja agenda de crecimiento, empleo, seguridad, justicia, salud, desarrollo minero, educación, migración, y otros.

Se espera de los cambios de gabinete que traigan mejoras visibles en la capacidad gubernativa, que es lo que importa a las personas. El Gobierno haría bien en considerarlo una oportunidad.

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